El profesor Feliciano Delgado Le�n, catedr�tico jubilado de Ling��stica de la Universidad de C�rdoba y sacerdote jesu�ta, falleci� ayer en C�rdoba, a los 78 a�os de edad.

Delgado hab�a nacido en Belalc�zar ( C�rdoba) en 1926, e ingres� a los 18 a�os en el Noviciado del Puerto de Santa Mar�a. Curs� Bachillerato en Granada y se licenci� en Filosof�a Pura en la Facultad de San Cugat del Vall�s ( Barcelona) en 1947 y en Filosof�a y Letras ( Lenguas Rom�nicas) en la Universidad de Barcelona en 1957. En ella se doctor�, al a�o siguiente, analizando filol�gica y literariamente en su tesis una serie de villancicos de Navidad sevillanos, de los siglos XVI y XVII, hasta entonces in�ditos.

Se licenci� en Teolog�a en el West Baden College de la Loyola University( (Chicago, EE.UU.) en 1960, localidad donde se orden� sacerdote en 1961, a�o en el que, asimismo, obtuvo el doctorado en Lenguas Cl�sicas en la John Hopkins University de Baltimore (EE.UU). Como profesor universitario desarroll� su actividad en las universidades de Barcelona, Loyola University, Quito y Sevilla antes de incorporarse a la de C�rdoba en la que desarroll� su m�s dilatada labor docente, entre 1973 y 1995, como adjunto numerario de Gram�tica Hist�rica, catedr�tico de Ling��stica General y profesor em�rito.

Su labor intelectual e investigadora fue ingente. A sus numerosos libros uni� una intensa actividad como colaborador en toda clase de publicaciones y como conferenciante en numerosas universidades e instituciones espa�olas y extranjeras en las que imparti�, asimismo, una amplia gama de cursos monogr�ficos. Miembro de varias academias y sociedades cient�ficas destacaba su dominio de los idiomas, desde las lenguas cl�sicas (lat�n, griego, hebreo, sirio, �rabe literal...) hasta las modernas ( ingl�s, franc�s, italiano) con conocimientos m�s o menos extensos de otras como el ruso, el alem�n, el �rabe o el portugu�s e incluso era capaz de utilizar el nahualt y el shwahili.

De car�cter polifac�tico y con una gran capacidad de trabajo, Feliciano Delgado era todo un s�mbolo en la vida acad�mica, cient�fica y cultural de la ciudad, en la que particip� activamente, siempre desde un talante anal�tico y cr�tico que sab�a compaginar con un gran sentido de la amistad y con la proximidad hacia las personas y las cosas de C�rdoba. Tuvo tambi�n un papel fundamental en la creaci�n y consolidaci�n de la Universidad de C�rdoba, especialmente como subdirector del Colegio Universitario. Junto a la Literatura y la Ling��stica, otra de sus grandes aficiones fue la Gastronom�a, una actividad que dinamiz� y a la que tambi�n realiz� varias aportaciones fruto del estudio de distintas fuentes y recetarios. Precisamente, poco antes de fallecer, dej� finalizado un �ltimo libro sobre el aceite de oliva y sus relaciones con la cultura y la salud, junto a otro sobre la Confessio, de Alvaro Paulo.

Sus exequias se llevar�n a cabo hoy jueves, a las 18 horas, en la iglesia de San Hip�lito. Descanse en Paz.