Martes, 05 de Julio de 2011 12:44

Corduba 2011:Un profesor de los SUL aboga por dar libertad a los ni�os en su educaci�n para autorregular por s� mismos sus emociones

GC/YP
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El profesor de Psicolog�a Evolutiva y de la Educaci�n de la Facultad de Ciencias de la Educaci�n de la Universidad de C�rdoba, Jes�s Ma�as ha abogado hoy por la autorregulaci�n y el autogobierno de los ni�os como forma m�s adecuada de educaci�n en el marco del curso �Educaci�n emocional: abrazo entre psicolog�a y educaci�n� que se imparte durante esta semana en los Seminarios Universitarios de Lucena.



Esta teor�a educativa defiende un tipo de educaci�n que deje a los ni�os desarrollar su propia personalidad y su propio autocontrol de las emociones. �Para los padres y los miembros de la comunidad educativa es dif�cil no intervenir en el desarrollo de los ni�os y, de esta forma, la educaci�n est� basada en la imposici�n en lugar de en la autorregulaci�n propia�, ha explicado Ma�as.

En opini�n de Ma�as, los ni�os aprenden por s� solos, lo que pasa es que hay que creer en sus capacidades y potencialidades para que el ni�o aprenda y descubra por el mismo, con la ayuda de los educadores, c�mo controlar sus propias emociones. En este sentido, este tipo de educaci�n busca un desarrollo integral tanto f�sico, como emocional e intelectual de los ni�os.

El profesor de la Universidad de C�rdoba estima que multitud de los desequilibrios que se producen en la edad adulta se encuentran en la frustraci�n de las necesidades emocionales del ni�o, que dejan marcada ya para el adulto una huella de miedo, de rencor, de falta de opini�n, de incapacidad de iniciativa o de resignaci�n. Y esto es, �un callej�n sin salida, puesto que si la educaci�n no consigue la autorregulaci�n personal y el autogobierno dentro del grupo, dif�cilmente se podr� encontrar la felicidad�.

Por �ltimo, el profesor Ma�as, ha argumentado que este es el motivo de que la psicolog�a y la educaci�n tengan que ir de la mano en la vida de los ni�os, porque �si educamos a los m�s peque�os a la imagen y semejanza de los adultos les trasladar�n las frustraciones y personalidades ya algo neurotizadas de los adultos.�