El origen del problema, seg�n Carranza, parece estar en la revalorizaci�n de estas especies desde el punto de vista cineg�tico. Eso ha llevado a algunos gestores de fincas y cotos a usar t�cnicas intervencionistas como alimentar suplementariamente a los animales o controlar su reproducci�n para ofertar al mercado cineg�tico suficientes ejemplares y con inter�s para los cazadores. Estos manejos han provocado, seg�n la Red, �importantes alteraciones con consecuencias tanto en poblaciones silvestres como en otras actividades como la ganader�a�. En este sentido se han detectado alteraciones en sus caracter�sticas naturales e incluso la prevalencia de enfermedades que comparten con otras especies dom�sticas.
�stas y otras consecuencias han sido analizadas a lo largo de toda la ma�ana en la jornada de la Red a la que ha asistido m�s de un centenar de especialistas y cuyas conclusiones ser�n presentadas centro del Plan Nacional de Investigaci�n.