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Martes, 08 de Marzo de 2016 09:42

Advierten del aumento del acoso sexual visual y verbal entre adolescentes

UCC+i
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Rosario Ortega-Ruiz y Esther Vega Rosario Ortega-Ruiz y Esther Vega

Un trabajo de investigaci�n de la UCO revela que m�s de la mitad de los chicos y chicas han sido v�ctimas de este tipo de acoso, que no produce da�os f�sicos, pero que puede ser la antesala de la violencia machista


M�s de la mitad de los adolescentes declara haber sufrido acoso sexual por parte de sus compa�eros. Se trata de una forma muy concreta de hostigamiento visual y verbal: insultos y malas palabras o miradas son pautas demasiado comunes entre los escolares en los a�os de la adolescencia, seg�n un estudio realizado por investigadoras de la Universidad de C�rdoba, bajo la direcci�n de la catedr�tica de Psicolog�a Rosario Ortega-Ruiz. Concretamente, el informe se�ala que el 63,1% de los chicos y el 53,1% de las chicas manifestaron haber recibido alg�n tipo de acoso visual o verbal de contenido sexual.


Este tipo de acoso es el m�s extendido en las aulas y el que, en palabras de Ortega, supone un riesgo alto para los propios agresores que est�n normalizando determinadas formas de violencia en pleno desarrollo de su personalidad. Pero no es el �nico tipo. El estudio de la Universidad de C�rdoba ha revelado que, aunque en menor medida, el acoso sexual f�sico y directo tambi�n est� presente tanto en chicas como en chicos. En su trabajo, cient�ficas sociales de la UCO encuestaron a 3.489 estudiantes de entre 13 y 18 a�os de tercero y cuarto de Educaci�n Secundaria Obligatoria y los dos cursos de Bachillerato de centros p�blicos y privados de Andaluc�a, para conocer el alcance de este tipo de agresiones. El trabajo, recientemente publicado en International Journal of Clinical and Health Psychology, med�a el acoso sexual entre compa�eros de clase, ya que los estudiantes encuestados compart�an aulas mixtas.

Los resultados superan la idea preconcebida de que la agresi�n de componente sexual es un acto exclusivo de los chicos hacia las chicas, pero indica que son los varones los que m�s riesgo tienen de socializarse incluyendo patrones agresivos, m�s o menos graves, en su vida social. Evidentemente tambi�n perjudica a las chicas, que incluidas en el juego sucio de la violencia sexual, terminan siendo v�ctimas de una brutalidad que empieza siendo verbal y puede alimentar la violencia machista en a�os posteriores.

Expresiones ofensivas, como llamar a alguien �maric�n�, �lesbiana�, �puta�; obligar a ver dibujos y fotograf�as pornogr�ficas, o notas guarras, mostrar partes �ntimas del cuerpo� son formas de agresi�n sexual, de las que se quejan tanto chicos como chicas. Por acoso f�sico, de car�cter m�s grave que el visual o verbal, se entienden comportamientos como tirar o bajar la ropa con intenciones sexuales, obligar o forzar a besar, tocar o pellizcar con intenciones sexuales o forzar a hacer un acto sexual m�s all� que besar. Estas conductas involucran como v�ctimas al 33,8% de los chicos y al 14,2% de las chicas. De nuevo, son m�s varones que chicas los que revelan que esta violencia les afecta. En el caso de los agresores, los protagonistas tambi�n son los chicos y las diferencias son a�n mayores. El 52,6% de los adolescentes ha ejercido acoso sexual visual o verbal en el �ltimo medio a�o, frente al 25,7% de las adolescentes. El comportamiento agresivo f�sico es casi inexistente entre las chicas, el 5,1% manifest� actuar de este modo, mientras que el de los varones fue significativamente m�s elevado, el 25,2% afirm� realizar alguna vez estos actos en los �ltimos seis meses. El 3% de los varones afirmaron realizar comportamientos graves de acoso sexual (obligar o forzar a hacer alg�n acto sexual m�s que besar), conducta que en las chicas s�lo ha sido nombrada por un 0,4%.

Interpretaci�n de las expertas
Rosario Ortega-Ruiz explica que en todo el �mbito de la conducta agresiva, el var�n est� m�s implicado tanto en formas menos graves, como en las m�s graves. �El riesgo para la sociedad es no atajar los elementos de dominio-sumisi�n que incluyen algunas pautas de relaciones sociales. Hay una mayor normalizaci�n de comportamientos como el insulto sexual, como llamar a alguien �maric�n o lesbiana� o hacerle un gesto con connotaciones sexuales entre los varones", insiste Ortega-Ruiz, que advierte que unir pautas agresivas y contenido sexual puede ser un riesgo de socializaci�n en la brutalidad que despu�s puede resultar dif�cil de eliminar de la vida er�tico sentimental de los j�venes. 


�El problema es que se pase de hacer un uso de bromas supuestamente amistoso porque el receptor o receptora de la palabra o la mirada ofensiva, lo vive como lo que es, una agresi�n�, a�ade su compa�era, la doctora Esther Vega, primera autora del art�culo, que ha sido parte de una tesis doctoral, dirigida por las profesoras Rosario Ortega-Ruiz y Virginia S�nchez (de la Universidad de Sevilla).

Esta normalizaci�n de comportamientos agresivos de car�cter sexual puede hacer creer a los chicos que la vida sexual puede incluir, impunemente, formas de agresi�n f�sica. Por otro lado, y desde un punto de vista psicoevolutivo, entre las escolares se observ� una disminuci�n progresiva de estos tipos de acoso conforme se acercaban a la mayor�a de edad, mientras entre los escolares varones el acoso sexual se mantiene o incluso aumenta, siempre en las formas m�s leves, con la edad.

No obstante, Esther Vega indica que el hecho de que las chicas alcancen antes la madurez mental y f�sica que los chicos quiz�s les ayude a aprender antes a modular sus expresiones verbales, rechazando la inclusi�n de formas agresivas de contenido sexual. Rosario Ortega-Ruiz insiste en que el verdadero riesgo est� en que se aprenda a tolerar de forma pasiva que la agresi�n sexual, de cualquier tipo, est� presente en la comunicaci�n y actitudes sociales de los adolescentes. Descubrir que esto est� pasando es una forma de alertar sobre el origen de la violencia machista.

Los datos en Espa�a se mueven en la misma l�nea que los estudios europeos. No obstante, Rosario Ortega-Ruiz advierte que es dif�cil comparar los trabajos, salvo que se hayan utilizado los mismos instrumentos de medida y se controlen las variables socio-culturales que en estos temas son importantes.

Metodolog�a
En este caso, las investigadoras del �rea de Psicolog�a Evolutiva y de la Educaci�n de la Universidad de C�rdoba, en colaboraci�n con las universidades de Sevilla, de Florencia (Italia) y Greenwich (Reino Unido), adaptaron a Espa�a un cuestionario estadounidense que analizaba la agresi�n sexual adolescente entre iguales. El trabajo, se ha realizado con una metodolog�a basada en encuestas, que incluye adem�s de un amplio estudio descriptivo, un an�lisis factorial exploratorio y confirmatorio que ha establecido dos tipos claramente diferenciados de conducta de agresi�n sexual: la denominada acoso de contenido sexual visual y verbal y el acoso sexual f�sico. El equipo investigador quiere indagar en estudios inmediatos en c�mo evoluciona en el tiempo los patrones establecidos y en la relaci�n entre estas conductas y los procesos de cortejo.

Esther Vega-Gea, Rosario Ortega-Ruiz, Virginia S�nchez, �Peer sexual harassment in adolescence: Dimensions of the Sexual Harassment Survey in boys and girls�. International Journal of Clinical and Health Psychology (2016) 1, 47?57.